La preocupación por el estado de la Sanidad, la Salud y la Dependencia es una constante en las encuestas y estudios sociológicos incorporándose entre la mayoría de los ciudadanos como una de sus primeras inquietudes.
En la Palma no podía ser menos y ocurre que al común de la población de nuestra Isla ocupa y preocupa si las dotaciones profesionales y las infraestructuras sanitarias y socio-sanitarias existentes cubren adecuadamente en la actualidad nuestras necesidades y si la planificación de estas a futuro garantizan las necesidades derivadas de la evolución de nuestra población, que mengua y envejece, y las características especificas derivadas de nuestra condición de Isla periférica y por tanto que ha de convivir con la doble, y en ocasiones triple, insularidad.
Desde la “Económica” queremos hacer nuestra esta preocupación y nos proponemos como uno de nuestros objetivos reflexionar sobre ello y analizar con rigor sus diferentes vertientes para proponer e impulsar soluciones factibles para este tema ciertamente complejo “per se”. Queremos ser proactivos porque precisamos de soluciones que, a corto, medio y largo plazo, nos procuren los mejores estándares posible de salud, sanidad y cuidados y dado que las mismas no pueden improvisarse ni resolverse con meros parches, abordarlos de manera preventiva nos permitirá contribuir a satisfacer una demanda ciudadana de gran calado y a conseguir un futuro mejor para nuestros conciudadanos.
Somos conscientes que si querernos fijar población islas como La Palma debemos ofrecer a sus habitantes no solo expectativas laborales, profesionales y de ocio, sino también calidad de vida y que duda cabe, una buena oferta sanitaria y de atenciones a la dependencia son por si mismas un reclamo de gran interés y demanda.
Situaciones recientes como la pandemia nos colocó en una grave situación de indefensión y miedo vital, y ha hecho adquirir una especial sensibilidad hacia la capacidad de respuesta de nuestro sistema sanitario y de la dependencia para situaciones limite como la vivida de nos colocó en una grave situación de indefensión y miedo “vital”ahí que demandemos cada día más unos sistemas sanitarios y socio- sanitarios bien articulados y organizados. Sin duda, la reciente erupción volcánica nos alertó igualmente ante el hecho sanitario y por ello hemos de a ser más vigilantes y estar preparados para situaciones limite.
Desde la Económica nos proponemos participar en el necesario debate y en la prudente, a la vez que exigente repuesta, ya que conscientes de su complejidad y necesidad, entendemos se trata de uno de los asuntos prioritarios para el futuro de nuestra Isla. No pocas veces se ha visto como un nicho de oportunidad para La Palma la posible especialización de una parte de nuestro sistema productivo en el servicio de atención a la Dependencia de propios y foráneos y si esta pudiera ser una oportunidad, hemos de poner en marcha el conjunto de mecanismos precisos, desde aquellos que tienen que ver con la dotación de infraestructuras como los relativos a la atracción de inversores, profesionales y formadores para que nuestros jóvenes puedan prestar servicios de cualificación media en esta materia.
La población de La Palma, aunque estable presenta (como en toda Europa) una tendencia al envejecimiento y un descenso de la natalidad. Y este hecho, por sus propias características y por el condicionante que representa la doble insularidad, nos condiciona y nos exige previsión, ideas y proyectos claros que nos permitan que lo que objetivamente es un problema pueda convertirse en una oportunidad.
Y este es el sentido de esta sección de la Económica, abrir y participar en el debate que nos proporcione claridad y coherencia en el abordaje de la situación de la deriva poblacional, de la atención sanitaria tanto en niveles de atención primaria como especializada y nos permita allegar recursos para una atención cualificada a la dependencia.
